Laura Cid
De niña, la artista Laura Cid soñaba con ilustrar cuentos y llegar a dibujar como los artistas de la localidad donde pasaba los veranos. Por alguna razón, se desvió de este camino para estudiar Medicina y ejercer su profesión en el ámbito sanitario, pero más tarde, tras la crianza de sus hijos, logró cursar Bellas Artes.
Su trayectoria artística resurgió cuando empezó a ilustrar historias educativas y a crear retratos de sus hijos. Una crisis personal, que impactó profundamente el sentido de su propósito, la llevó a canalizar sus emociones a través del arte, abrazando la transformación con el símil del arte japonés del Kintsugi, que encuentra belleza en la reparación de las fracturas y ve los desafíos como oportunidades para el crecimiento, la fortaleza y la integridad.
Su trabajo se alinea con el papel fundamental de las artes en la prevención, la promoción de la salud y el manejo de enfermedades.
En los últimos años, ha ampliado su práctica artística incluyendo materiales reciclados y sostenibles, así como elementos escultóricos, creando instalaciones reflexivas.
Sus trabajos no solo pretenden ser una expresión personal, sino también un compromiso profesional con la resiliencia, la sostenibilidad y la creación de ambientes que apoyen la salud y el bienestar.