¿Cómo definimos a la Discapacidad Intelectual en nuestra Sociedad?
¿Cómo definimos a la Discapacidad Intelectual en nuestra Sociedad?
Los diferentes niveles y necesidades de un Discapacitado Intelectual están presentes en nuestra realidad como sociedad y nos toca a todos, y estamos en condiciones de decir que hay un predominio de esta enfermedad debido a lo diverso de factores y variables existentes en todo el mundo.
El brindar una correcta atención profesional y especializada en la materia en conjunto con el apoyo de la sociedad a este grupo de la población, indica el nivel de salud moral y de solidaridad de un grupo, pueblo o país.
Pero ofrecer recursos con un cierto nivel de calidad no depende solamente de la ética y nivel de entendimiento de crear una sociedad entre todos y para todos. Además esto significa un paso más hacia adelante en conjunto con otras iniciativas sociales, las cuales se unen para dar lugar a un sistema general socio-económico mejor.
La atención a sujetos con discapacidad intelectual debe basarse en una metodología que normalice e integre a dichos individuos a su entorno y que los dote de habilidades que les permitan obtener la máxima autonomía posible para su desenvolvimiento diario.
Las consideraciones antes mencionadas no pretenden obligar a la sociedad a insertar al discapacitado intelectual y negar o borrar diferencias existentes. También dicen que la sociedad se ve obligada a aceptar y hacer más fácil esas mismas diferencias si tomamos en cuenta que somos todos distintos y conformamos una parte irreemplazable del mundo en el cual habitamos.
El modo de clasificar y definir a la discapacidad intelectual fue evolucionando con el paso del tiempo hasta llegar a nuestros días, donde se toma en cuenta el peso que la sociedad posee respecto a la persona discapacitada y donde se sostiene que, contando con el apoyo necesario, esa misma discapacidad llega a desaparecer debido a que la función o la falta de ésta se compensa con el soporte recibido.
Sin dudas que este concepto es un desafío personal y social el cual supone concientizarnos y obligarnos a mantenernos activos y comprometidos para poder entender a la discapacidad como una “capacidad” diferente.
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Este artículo ha sido escrito por Mª José Rodríguez Román, especialista de Fundación FAD. La Fundación F.A.D. es una entidad sin ánimo de lucro en Leganés, Comunidad de Madrid, para la atención temprana a personas con discapacidad intelectual.
